Poco a poco nos fuimos acoplando gente al plan de manera que al final formamos un buen grupo de montañeros, Jorge, Alberto, Meryjo, Rosa, Nando, Jose Julio, Roberto, Álvaro, Juampa y Paco.
Salimos de Albacete a mediodía en la furgo de Paco, previamente el coche de Jose Julio ya había zarpado rumbo el outlet de Huesca, y quedamos cerca de allí en una gasolinera para cenar...la cena buena, pero las consecuencias malas...Jose Julio se dejó su mochila de comida con comida casera en tupper de la que nos estuvimos acordado todo el viaje.
Llegamos ya de noche al refugio de Linza, allí sacamos los sacos y vivaqueamos al lado de los coches; a la mañana siguiente preparamos mochila de un día y salimos camino de la Mesa de los Tres Reyes.
La mañana ligeramente nublada, con viento en altura nos regaló fotos muy bonitas del amanecer
Subimos toda la ruta por unas praderas verdes, que a medida que ganábamos altura pasaban al gris calizo de los lapiaces
Seguimos subiendo y empezó a aparecer la nieve en pequeños neveros y orientación norte, el viento algo incómodo nos daba a entender que ya estábamos en altura. Después de bordear una terraza cimera y de una pequeña trepada llegamos a la cima de la Mesa de los Tres Reyes (2.444m), que tiene una característica escultura en la cima a modo de castillo medieval...muy original.
Al fondo la ladera nevada del Petrechema, con su muesca en la cima
Atajamos un poco para no tener que recorrer de nuevo la ruta de descenso, y encaramos la subida de la ladera del Petrechema, que se hace un poco larga y tediosa debido también al viento que azotaba la arista cimera...pero después de un esfuerzo..y en goteo llegamos todos a la cumbre del Petrechema (2360m)
Otro almuerzo mas bien rápido y descenso al aparcamiento del refugio de Linza. En total el día había cundido bastante..ruta larga en distancia, y dos ascensiones técnicamente fáciles, pero salvando buenos desniveles.
A la tardecer llegamos a los coches, recogimos todo y nos dirigimos al valle paralelo, buscando el refugio de Gabardito, donde pasaremos la noche como los reyes...buena cena, vino, charleta, ducha y cama mullida...que más se puede pedir a los pies del pirineo...
El domingo, todavía de noche y con alguna duda en la ruta a seguir, nos encaminamos hacia el Bisaurín. La ruta comienza por una encajado valle que gira a la izquierda y afronta una subida muy empinada que nos deposíta en las praderas altas del pirineo, recorridas por innumerables riachuelos y charcas donde el ganado pasta tranquilamente. A lo lejos comenzamos a vislumbrar el Bisaurín, aunque una espesa niebla no muestra la cima ni parte de la subida.
Continuamos el camino y llegamos al collado, punto de encuentro de la ruta que asciende desde el refugio de Lizara.
Desde aquí deberíamos ver la cima, pero la densa niebla oculta los 600m de desnivel que restan hasta cumbre...no nos desanimamos y comenzamos a subir. La humedad de la niebla se torna lluvia a medida que ascendemos y en viento y chaparrón llegando a cumbre...apretamos y calados hasta huesos llegamos a cima.
Cima Bisaurín (2669m)
Sin demorarnos mucho comenzamos el descenso entre la niebla, siguiendo los hitos que delimitan la bajada...aunque parece que la cantidad de hitos que hay produce mas duda incluso que la bajada de la pendiente a saco. Así, llegamos de nuevo al collado, esperamos a reunirnos todos en dos grandes grupos y comenzamos el descenso, mojados y con frío.
Unas horas después llegamos de nuevo al refugio de Gabardito...comida, caldo calentito, cambio de ropa y para Albacete. Fin de semana realmente aprovechado!!!
Nota: Ni la mochila, ni el tupper lo encontramos a la vuelta..lástima
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